domingo, 23 de febrero de 2025

El planeta de los nimios.

Verás, hay cosas que solo se aprenden cuando pasan los años suficientes para que tengan alguna relevancia y puedan aportar experiencias valiosas. Y válidas. Y una de esas cosas es saber decir que no a tiempo. Un no rotundo y que no deje lugar a dudas. Puede destinarse a esquivar banalidades o a plantar cara en asuntos realmente serios. Recuerdo vagamente una secuela de "El planeta de los simios", allá por años 70, en la que uno de los personajes decía más o menos que una de las palabras más importantes que puede aprender alguien es "no". Y ese no era el preámbulo de una rebelión en toda regla contra los humanos. O los pretendidamente humanos. (Tino Pertierra).

Verás, hay que decir que los pretendidamente humanos tienen capacidad para hacer las cosas bien y han decidido hacerlas mal. Completamente mal en espera de las consecuencias. Esa suficiencia es similar a la del novato que conduce un bólido y no sabe que la velocidad sin aprendizaje y experiencia es peor que una acción insensata, es la muerte. Sin importar adónde te lleve la vida, o ya llegaste, aunque no donde crees que mereces: el laudo es "no". Verás, por el momento la distancia más corta entre tu verdad y la verdad que no tiene dueño, es la raíz cuadrada de lo justo dividido entre la raíz cúbica de lo que no sabes. "Todas las cosas ya fueron dichas, pero como nadie escucha es preciso comenzar de nuevo". (André Gide). Gracias.

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