sábado, 5 de agosto de 2017

Ojalá.

Ávido vivo desde que solo te sueño,
quizá por ser quien eres,
quizá por ser quien soy.
Quizá porque somos dos indivisibles
que por accidente se consumen en vida.
Ser quien eres y ser quien soy no nos ayuda:
Somos dos que un amor nos cogió por sorpresa.
Somos una gota de rocío al rayar el nuevo día.
Somos un movimiento repentino en el ánimo.
Somos lo que nunca quisimos ser el uno para el otro.
Somos tal para cual.

Yo no estaba preparado:
tú lo estabas pero yo no, eso es todo.
Y a tu ritmo te fuiste yendo sin dejar tu nueva dirección.
Ahora solo te sueño, quizás te estoy soñando ahora 
a mi manera, sin dejar de quererte.

En la Irrealidad silente palpita indecisa un deseo que no se deja cumplir
mientras pliego un barco de papel que quiere navegar en un mar de sangre.
Ojalá el porvenir llegue pronto y alumbre el camino y desencadene otros caminos.
Y te salve.
Y me salve.
Y nos salve.
Ojalá.

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