A esa vida.
A esa vida de cuentista se le acaba el cuento, a esa vida en exceso interesada
se le acaba vivir por cuenta ajena. A esa vida con un estilo de
vida que no se sostiene, a esa vida que es el epicentro del universo, a esa vida con la cara más dura que una piedra, a esa vida estupenda se le
acabó el cuento. Y no hay cuento que valga. Como un amigo gorrón
que llama a la puerta y viene para quedarse, si no lo echas acaba con
la nevera vacía y lo que pudiera ser el ahorro de una vida. La astucia de un amor de conveniencia en un descuido tropezó y se le vio el plumero. Lástima.
Vivir al margen de la realidad.
Porque tenemos una sola
vida, la tenemos que vivir confiando en el amor, y un día detrás de
otro, nunca dos días a la vez. Vivir al margen de la realidad es
morir más que vivir. Si no es ahora ya no será nunca, ¿comprendes? Aparte ese amor de conveniencia, mientras yo viva nada estará perdido, pero es evidente que todo a cambiado. El innegable origen del mensaje, la cualidad de las palabras y el tono chulesco de tu voz me lo
confirman. Gracias.
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