El poema cuenta la historia de un amor que se ve obligado a matar un sueño. Es una historia que alucina más que un porro. Es un perjuicio del alma que alimenta y ultraja la vida de dos. Más que un poema es una tragedia.
Ante los tiempos vacíos de sentimientos que vivimos, ante el desamor, me lleva a reflexionar sobre el verdadero amor: El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres humanos. El amor es un desastre, un desbordamiento hacia algo ilimitado. Cuando se ama, recopilamos nuestras propiedades como dote y nos vestimos con nuestras mejores galas. Son cosas que consideramos únicas para entregárselas al amor. Cuando nos enamoramos lo consideramos algo maravilloso. De manera que, nos enamorados cuando conocemos a alguien por quien nos sentimos atraídos y dejamos caer las barreras que nos separan de los demás. Es cuando compartimos con esa persona nuestros sentimientos y nuestros pensamientos más íntimos. Es cuando, Cupido, obra su milagro. Es cuando, y entonces, estamos enamorados. ¡Ay, al fin enamorado!. Pero resulta que, enamorarse no es solo amar todas las coincidencias de la persona amada, enamorarse también es amar todas las diferencias. Cuando nos enamoramos, en realidad no vemos la cara oscura de la persona amada, no vemos el amor en su totalidad, solo vemos lo que queremos ver. Y esa cara oscura existe como existe la de la luna, y es una cara donde el enamorado proyecta sus aspectos idealizados que tantas veces no se reflejan.
El amor es el desafío de deshacer temerosas intuiciones al relacionarnos. El amor es de las cosas más hermosas que ocurren por casualidad. Hablo de ese sentimiento de bienestar que invade nuestro cuerpo y alma, y que se afianza cuando vemos al otro sin querer cambiarlo. Porque cada cual es como es. Y más importante que la manera de ser de cada cual, es sentirnos a su lado en estado de gracia. Es el placer de estar con alguien que se ocupa de nuestro bienestar, que percibe lo que necesitamos y disfruta al dárnoslo. El amor es más que dos -o tres, según me cuentan-, el amor es sentirse pegado a alguien de manera diferente. Se podría decir que el amor es el placer de estar con otra persona sin tomar decisiones. Simplemente vivir y compartir nuestra vida con el ser amado y descubrir el placer de estar juntos. ¿Será tan simple el amor?
Arriba hablé de un poema que se ve obligado a matar un sueño. De una historia que alucinaba más que un porro. Hablé de un perjuicio del alma que alimenta y ultraja la vida de dos. Y que más que un poema era tragedia. Pues bien, he de confesar que no sé lo que es. Los sentimientos, a diferencia de las pasiones, son más duraderos. El amor aparece cuando vemos unos ojos y de ellos una mirada decidora. Aparece cuando no nos pasa de soslayo una risa. Cuando el sentimiento de amor reemplaza al de la amistad. Amor y amistad, complicado sentimiento difícil de identificar. (Un poema barrunta lo que ha de sobrevenir).
La simpleza existe en cada pequeña cosa que nos rodea, lo difícil es aceptarla. El amor es sencillo, es sencillo amar a alguien, encariñarse con una mascota, embellecerse con las flores, conjugar en el amor las tareas cotidianas pero la dificultad radica en encontrar el equilibrio. Comprender que con amor todo es más fácil es una batalla que los seres humanos nos negamos a enfrentar, por eso buscamos otros caminos, caminos que se separan del sentimiento, que se materializan, que son egoístas, que nos llevan a suponer que tenemos más poder que Aquél que sólo necesito milagros cargados de esperanza y de Fe... En fin, somos nosotros complicados.
ResponderEliminarUna sociedad cada día más insegura y desigual nos atraviesa el corazón, amor. Amor, aquello por lo que sentimos y pensamos, por lo que vivimos. Beso.
ResponderEliminarSalud.