domingo, 25 de diciembre de 2016

Una espina navideña y un perdón.

La Nochebuena de salud bien, gracias, Ian se hizo dueño y señor de la noche hasta que el sueño lo venció. Imagino que el próximo año me vencerá a mí antes que a él... Que las prisas no me quiten el sueño porque cada día tiene su afán. A veces llevo las prisas arrastras, otras veces voy acelerado y las adelanto. Supongo que ya no tengo remedio.

Cada cual tiene la oportunidad de decidir el qué, el cómo, el cuándo, y sobre todo con quién. Que los excesos no nos cieguen el camino y nos permitan volver ligeros a la sacra verdad. Ciertamente, el amor cotiza a la baja, vive rodeado de incertidumbre: así no hay forma de volver al amor que un día fue poesía. Somos prisioneros de nuestras miserias. Sin embargo, no es tarde para volver si se tiene el equipaje hecho de buenas acciones y mejores intenciones.

Recuerdo los besos que nos dimos y los sueños que impidieron otros besos. Los dos perdimos porque nada fue igual después de que dejaras de ser la mujer que creías que podías seguir siendo antes de tomar la decisión que tomaste. Me acerqué a ti como un libro abierto y... No se trata de aquí no pasa nada y si pasa las culpas de otros son, se trata de hacer lo que nos comprometemos a hacer de la mejor manera posible. Yo me he comprometido a no perder ni un minuto de mi tiempo en convencerte (porque no estás, vives ausente), que defender los derechos fundamentales de la gente, la dignidad, el decoro... ¿Qué no entiendes? No sé qué puedo hacer para que no sufras (ni hagas sufrir a la persona que más te quiere). Te prometo que no lo sé... Creo que es hora que te deje volar sola con las disculpas que te debo: perdóname de corazón. Ojalá una lluvia de recuerdos caiga sobre ti y encuentres las promesas que echaste a andar y sepas qué hacer con ellas si en realidad... Y porque son tiempos de derramar lágrimas y desahogar penas. Y porque los viejos tiempos nunca vuelven, qué si dejas el tono burlón que utilizas para hacer daño a libre albedrío y lo usas solo conmigo: yo no dejaré de quererte. Eso es todo: insistir que me perdones de corazón. Si para ti existe Dios, para mí existe María, la Magdalena. (Ni media palabra sería tu nombre sin ti).

La espina de una rosa roja me ha dicho que solo tu sangre es roja. Pero eso también lo sabías. Gracias... (de nada).

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