Yo recuerdo a John
Lennon, poeta, en el aniversario de su muerte y El Corte Inglés me
recuerda mis olvidos.
-Estimado señor:
Es para mí un placer mandarle un afectuoso saludo en el día...
-¡Qué estimado señor y qué narices!. ¿Acaso no le pago lo que
compro? ¡Métase en su vida y deje en paz la mía!.
Pero hay más, porque en casa del pobre dura poco la alegría.
-¿Serás el anfitrión o el invitado?
-Hay que joderse. ¡No, seré el amigo gorrón!. Será posible...
Qué amargo destino el de alguien sin memoria al que solo El Corte Inglés
le recuerda sus olvidos... Quizá tengas razón al decir que estás harta y que un día me levantaré con tu ausencia y sin consuelo. Gracias... (de nada).
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