Ay, doña, cómo te conozco... Hasta el punto te conozco que sabía que no tardarías en soltarle una lágrima de cocodrilo a cambio de un "me gusta" en facebook. Por la reconciliación. Y para explicarle la vida de antropófago urbano que de soslayo te da. Amor noctívago, pídele cita a Baco y cantar juntos "Asturias Patria Querida" abrazados a una farola, o haz las paces con Morfeo y duerme "el sueño de los justos" (sin cargos de conciencia). En el "sopar d'empresa", seguro que le cantaste las rancheras de todo tu repertorio. No le arriendo las ganancias con mi gozosa carga de cansancio para elogiar tus horas, tu tránsito hacia la eternidad, tu contenido breve de tiempo en este día fugaz y la noche más larga para decir adiós y volver y volver y volver con el mismo rollo patatero: dale a la rueda que rueda y rueda. Créeme, te puso un "me gusta" por caridad. Y aparece el Gaucho Yupanqui: "Yo sé que muchos dirán que peco de atrevimiento si largo mi pensamiento pal rumbo que ya elegí, pero siempre he sido ansi: Galopiador contra el viento. Eso lo llevo en la sangre dende mi tatarabuelo". Gracias.
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