Querida compañera, querido compañero:

O me confieso en de soslayo o seguiré echándole paladas de estiércol al PSE en plan resentimiento, animadversión, odio, inquina, encono, aversión, aborrecimiento y se acabaron los sinónimos de rencor en la RAE, con el perdón. Jesús el Cristo puso en boca de Mateo 9:16-17: "Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido y se hace peor la rotura. Ni echan vino nuevo en odres viejos, de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente". Jesús el Cristo utilizó esta metáfora para enseñarnos la incompatibilidad del Viejo y del Nuevo Testamento de la Biblia, y cómo no podemos combinar ambos sin causar un mayor daño. En los tiempos bíblicos la gente tejía su ropa y en los tiempos de ahora algunos desde el gobierno la compran en exclusivas traperías con el "impuesto del ladrillo". Porcientos que pagan las constructoras a cambio de adjudicaciones de obras públicas. "Nosotros expulsamos a quienes nos fallan; otros, los protegen". ¿En serio? Seguimos con el "y tú más". No aprendimos nada de nada. ¿Cuántas veces escribí que teníamos que volver a la escuela y empezar con los ejemplos? Malditos politicastros que quitaron la "O" de obrero para limpiarla y que luciera encantadora y la olvidaron en el despacho de un contratista. Acabaron con ilusión y la esperanza de lograr una España mejor. ¡Maldito PSE!.