viernes, 28 de julio de 2017

Hola tú.

No creas que me he olvidado de ti, pero otros asuntos me tienen atarantado y estoy solo para mí. Y no del todo. Vivo de aquella manera. Las cosas no me van bien. Me fueron mejor que me van. Y no hablo de salud. Pero no es tiempo de cantar tristezas es tiempo de cantar alegrías. Me lees en silencio y sé que sabes algo de lo mío, por eso te quiero. Pero no te vengas arriba, te quiero por eso y por más.

Porque tú también vas atarantada con lo tuyo (ya es tiempo de cambiar esas viejas zapatillas por alas y los ensueños por bendiciones) que no es poco, te sobra lo mío que sería la muerte. ¿Qué me dices si le pedimos al azahar que nos elija un día y juntos nos acercamos al acantilado a ver la espuma que dejan las olas al estrellarse contra las rocas y a las gaviotas caer en picado en busca de su alimento y el olor a salitre; la mar da tranquilidad? Y haríamos caso omiso de la realidad. Sería una buena manera de olvidar lo que no nos interesa recordar.

A veces, cuando pienso en ti, me pregunto si recuerdas la inmensidad del cielo. Desde el acantilado no solo se ve la mar, también se ve la inmensidad del cielo. No has de tener miedo mirar al cielo, me tendrás a mí cerca: digo yo que entre los dos abrazados hagamos uno que se tenga en pie. Quizá llevas demasiado tiempo mirando hacia abajo... Si el azahar nos concediera el deseo juntos respiraremos profundamente y guardaremos silencio y miraremos el cielo y reconstruiremos con las nubes lo que nos venga en gana. ¿Cuánto hace que no haces lo que te viene en gana? Nos estamos yendo sin darle importancia a las cosas buenas que las tiene la vida. Me encantaría revivir contigo el diálogo de nuestros mejores momentos. ¿Recuerdas que vivo en el mismo camino por donde transita el sol? Y tú por donde transita la luna. O al revés. Nunca supe medir la distancia entre dos puntos tan alejados entre sí. La imaginación me salva. Creo que no tengo más que decir, además, por mucho que quiera y te quiera no dejo de pensar en mí. Deseo que te vaya bonito. Volveremos otro día cuando las cosas vayan a mejor si no van a peor y hablaremos del amor, la santa poesía, de nosotros, y de lo que se nos vaya ocurriendo. En el acantilado, recuerda. Te quiero. Gracias.

6 comentarios:

  1. O al revés o al derecho. Es la hostia bendita. Gracias.

    Salud

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  2. Hola tú


    Cuando escribes así... Como dice La Bella, "Me haces sentir bien".

    Buenas

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  3. Buenos.

    Se agradece la visita. Beso.

    Salud.

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  4. Tengo tenis nuevos, loe viejos están esperando mi decisión de tirarlos.
    Es un dato irrelevante pero quería que lo supieras.


    Gracias por hacer de las madrugadas el mejor comienzo aunque hables de
    Rajoy y nada de la Chaquira.

    ¿Algún día llegaremos a entendernos? Sepa la bola pero mientras llega
    el día escribe lo que te gusta vivir. Lo demás será siempre lo de menos.


    Chaito

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  5. Eres muy amable. Gracias. Beso.

    Salud.

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