lunes, 23 de octubre de 2017

La estamos liando parda.

Aung San Suu Kyi sentenció: "No es el poder el que corrompe sino el miedo. El miedo de perder el poder corrompe a los que lo tienen, y el miedo del abuso del poder corrompe a los que viven bajo su yugo". ¿Qué quieren que les diga?

Pues si es verdadero que no es el poder el que corrompe sino el miedo, en este país tenemos políticos más valientes que el Príncipe Valiente de las galletas de chocolate. Anda que no. Es cuestión de ir a Carabanchel Alto y preguntarle a Manolito gafotas. Pero qué importa si en la cárcel hacen negocios y cambian cromos y venden tarjetas de teléfono para encargar, como el anuncio de la televisión, pizzas y compartirlas con los carceleros. Este país es democrático y sin memoria. Este país además es de chiste. Democrático porque votamos de cuando en vez y sin memoria porque votamos a los mismos. ¿No habrá otros? (El chiste es la pregunta). Supongo que sí pero no quieren, desde luego me niego a creer que no se presentan a las elecciones porque el erario está vació y no saben cómo robar a porcientos, o que el cuatro porciento les parece poco. No tengo ni idea cómo podemos entre todos y todas lograr que este país sea referente mundial en algo digno de admiración. A veces me dan ganas de morir por amor aunque ya no se lleve ni en Teruel al recordar la frase con la que Abraham Lincoln definió la democracia: "El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo". Involucrados de lleno en el secesionismo catalán nos olvidamos de los traficantes del erario y mucho me temo que, de seguir en este maquiavélico plan, los que nos vamos a ir seremos nosotros de Catalunya, o sea, los que nunca nos quisimos ir por aquello de que más vale lo malo conocido... Señores políticos, dejen de robar, no digo que sí, tampoco que no, pero tal vez a los catalanes secesionistas les valdría si dejaran de robar. Y volviéramos a ser lo que fuimos. Sea lo que sea lo que hayamos sido. Desde luego yo no sé por qué la estamos liando parda. Gracias. 

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