sábado, 1 de agosto de 2015

Testimonio.

Si alguien me lo contara no le creería... Le preguntaría si cree que soy estúpido. Y si me dice que sí entonces llamaría a mi primo de Zumosol. Que no. Hablo de mi amigo escritor que no me habla ni me responde los "emilios". Pues resulta que sin preguntar me contesta enviándome un "emilio" para decirme que no es partidario de las catarsis colectivas ni de los grandes gestos de purificación en clave festiva. 

Para él lo mío es un juego de palabras, pero no para mí. Para mí escribir es mi vida y sin inspiración hago simplemente lo que me explicó: "Tú escribe y calla". Y luego pido perdón. Pido perdón aún sabiendo que no soy culpable.

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